El Museo Marítimo de Barcelona está ubicado en las Reales Atarazanas de la ciudad condal. Las instalaciones fueron creadas por Pedro III el Grande, a finales del siglo XIII para poder disponer de un espacio dedicado a la construcción, y al mantenimiento de galeras al servicio exclusivamente de la Corona de Aragón, pero allí también hibernaban, y se almacenaban pertrechos, aparejos, armas víveres, etc. Este uso original justifica la estructura arquitectónica del conjunto que hoy día tienen.
En el siglo XIV, Pedro IV el Ceremonioso ordenó la construcción dentro del recinto, de un primer edificio compuesto por una serie de pilares y arcos de dimensiones menores a las del edificio actual. Hacia finales de siglo, el propio monarca decidió sustituir aquella primera construcción, por dos series de arcos y pilares, que configuraban las naves de montaña y las naves de mar. Durante la mitad del siglo XV, se añade una nueva construcción al conjunto: el Nuevo Almacén o Depósito de la Generalidad. Fue la propia Generalidad la que financió este proyecto, con el fin de almacenar los materiales, las herramientas y los pertrechos de sus galeras, y que a día de hoy se conserva intacto.
Las Reales Atarazanas de Barcelona representadas en un grabado de Wyngaerden de 1563.
La última gran intervención arquitectónica en las Reales Atarazanas, consistió en la unión de las dos naves centrales para construir la Grada Mayor, en la que actualmente se puede observar la réplica de la Galera Real de D. Juan de Austria. El conjunto de las Reales Atarazanas de Barcelona ha tenido a lo largo de los siglos, numerosos elementos fortificados, además de la muralla medieval. Se conservan la torre y el portal de Santa Madrona, que permitían el acceso a la ciudad amurallada.
El conjunto de las Reales Atarazanas de Barcelona, fue incluido en el Registro de Patrimonio Histórico, Artístico y Científico de la Generalidad de Catalunya en 1937, y fue declarado Monumento Histórico-Artístico por decreto del consejo de ministros del Gobierno español el 5 de marzo de 1976.
El uso de las Reales Atarazanas como arsenal, se mantuvo hasta la primera mitad del siglo XVIII: oficialmente la Fábrica de Galeras se trasladó al arsenal de Cartagena en 1745. A partir de ese momento el edificio se destinó a usos militares: fundición de cañones, cuartel, maestranza y parque de artillería, hasta que, en 1935, el ejército cedió a la ciudad la gestión de las instalaciones.
La existencia de diversos proyectos para derribar el conjunto, con la finalidad de abrir una vía que uniera el Ensanche y el puerto (Plan Cerdá de 1859; Plan Baixeras de 1889), puso en peligro la integridad de las Atarazanas. Sin embargo, la campaña impulsada en 1927 por el geógrafo e historiador Francesc Carreras Candi, consiguió que no se llevara a cabo este plan. En 1936, a pesar del estallido de la Guerra Civil y la existencia de los cuarteles, el recién creado Museo Marítimo de Cataluña se instaló en las Reales Atarazanas.
En la actualidad…
El Museu Marítim de Barcelona es una institución con una tradición de más de 80 años, en los que se ha consagrado a la cultura marítima. Tiene la misión de conservar y difundir el patrimonio marítimo del país, uno de los más ricos del Mediterráneo. Las Reales Atarazanas que es el edificio en el que se ubica el Museo Marítimo de Barcelona, están gestionadas por el Consorcio que lleva su mismo nombre “Reales Atarazanas y Museu Marítim de Barcelona”, Consorcio creado el año 1993. Se trata de un ente público de carácter local formado por el Ayuntamiento de Barcelona, que es el propietario del edificio, por la Diputación de Barcelona, que es la titular del Museo, y por la Autoridad Portuaria de Barcelona. El precedente histórico de este consorcio se encuentra en la ‘Concordia’ que el año 1378 firmaron el rey Pedro IV, el Consejo de Ciento y la Diputación del General. Aquel acuerdo, pretendía llevar a cabo de una manera eficaz, la construcción de las Atarazanas Reales.
Logotipo oficial del Museo Marítimo de Barcelona.
Cooperación con otras instituciones.
La “Xarxa de Museus Marítims de la Costa Catalana” es una estructura de cooperación, que reúne museos y entidades que trabajan en el campo de la gestión del patrimonio, y la cultura marítima en Cataluña. Esta estructura tiene como objetivo promover la salvaguardia, y la protección del patrimonio marítimo, impulsar su estudio, contribuir a su difusión y sensibilizar a la sociedad de su importancia. Sin duda, esta estructura de cooperación que se ha establecido es la más importante en la que está integrada el Museo Marítimo de Barcelona. Además, no hay que olvidar que esta institución, también realiza algunos proyectos de colaboración con instituciones europeas.
Salas del Museo Marítimo de Barcelona.
A lo largo de las Reales Atarazanas, el Museo ha instalado sus diversas exposiciones a través de salas, que normalmente llevan el nombre de personalidades, como por ejemplo: reyes, historiadores, militares, etc. A continuación, aparecen nombradas y explicadas las diversas salas que componen el Museo Marítimo de Barcelona:
–Salas de Jaime I, Roger de Lauria y Luis de Requesens.
En estas instalaciones, se muestran las colecciones arqueológicas que custodia el Museo Marítimo de Barcelona, tales como objetos pertenecientes desde principios de la era cristiana, como ánforas, cepos de anclas y muelas, así como armas y piezas de artillería, como la llamada La Pantera con las armas de Francisco III de Módena.
Una de los elementos que más llaman la atención de los visitantes se ubica en la sala Roger de Lauria, es una réplica a medida natural, de una galera que se construyó en estas atarazanas en el año 1571, la Galera Real de Juan de Austria, uno de los más representativos de la Batalla de Lepanto. En total, se tardaron cuatro años en construir la réplica, quedó inaugurada para el IV Centenario de Lepanto conmemorado el 7 de octubre de 1971. Sus dimensiones son de 60 metros de eslora y 30 remos a cada banda de la embarcación.
Réplica de la galera de Don Juan de Austria. Museo Marítimo de Barcelona.
-Sala Capmany.
Esta sala toma su nombre de un importante historiador, filólogo y militar catalán: Antoni Capmany i de Montpalau. En cuanto a la colección que se expone en la sala, podríamos decir que está destinada exclusivamente a la navegación a vela, ya que hay una gran cantidad de modelos de todas clases y abundante documentación marítima.
-Sala de Pedro el Ceremonioso.
Al principio de la sala, nos encontraremos con una escultura realizada de Pedro el Ceremonioso. Sin duda, lo que más destaca de esta peculiar sala, es una colección de embarcaciones filipinas y naves de altura de la época del faraón Sahura (hacia 2600 a.C.)
También es necesario comentar la existencia de una amplia dedicación monográfica a Narciso Monturiol, con modelos de sus Ictíneos, planos, objetos personales, etc. Uno de los datos más curiosos de esta instalación, es que incluso podremos encontrar documentación y recuerdos de Isaac Peral. Por último, y no menos importante, hay una parte de la exposición dedicada a instrumental marino.
Réplica del Ictíneo de Narciso Monturiol. Museo Marítimo de Barcelona.
-Sala Ramón Llull.
Se exponen algunos portulanos de los siglos XV, XVI y XVII, el más antiguo es el de Gabriel de Vallseca, pergamino datado que perteneció a Américo Vespucio, según consta al dorso en una nota que dice haber pagado por él 130 ducados de oro de marco.
-Sala de Arte popular.
De esta sala, lo que más nos puede interesar es la existencia de exvotos de antiguos santuarios marineros, repartidos por toda la costa catalana.
-Sala Marqués de Comillas.
Es la última sala de exposición permanente que tiene el Museo Marítimo de Barcelona, su nombre se debe al fundador de la Compañía Trasatlántica Española, Antonio López y López, marqués de Comillas.
Sin duda, la parte más importante de la exposición es en la que podemos contemplar diversos modelos de buques de empresas navieras así como de buques de guerra.
Museos Navales y Marítimos 